martes, 21 de febrero de 2012

Mi gran aventura griega

Te encuentres en el lugar del mundo en el que te encuentres, sigues siendo la misma persona, tu esencia es la misma. Solo cambia el lugar en el que fluyes.

Hace ya 19 días que aterricé en esta isla y por momentos mi mente parece no asimilar que estoy aquí, pero así es. Cada mañana, cuando me levanto y miro a través de la ventana de mi casa y veo el mar ahí abajo, soy consciente de que realmente estoy aquí.

No sabría definir con palabras todas las sensaciones que me han invadido durante los primeros días de mi estancia en Kerkyra. Cuando llegas a un lugar nuevo todo es extraño y algo caótico al principio. Las calles, el idioma, las tradiciones… De pronto, se abre un abanico repleto de posibilidades ante tus ojos y por unos instantes los sentidos se aturden ante tantas opciones. Considero que es algo mágico poder descubrir un lugar por primera vez. La primera vez que te pierdes, la primera vez que escuchas una palabra que no conocías, la primera vez que vuelves a casa contemplando un paisaje que jamás habías admirado antes… Desde que estoy aquí, he experimentado un sinfín de “primeras veces” que tiñen cada nuevo día de una sensación peculiar.

Ayer comencé las clases de griego. Después de tres semanas escuchando un idioma completamente desconocido para mí, por fin he comenzado a adentrarme de lleno en su mecanismo. De hecho, lo estaba deseando, puesto que conociendo varios idiomas, es una sensación muy frustrante encontrarte en un lugar y no entender ni una sola palabra de lo que oyes a tu alrededor.

He de decir que me parece un idioma muy interesante y complejo a la vez. Creo que voy a tener que dedicarle muchas horas, pero estoy segura de que valdrá la pena. Solo llevo dos días recibiendo clases y ya estoy progresando más de lo que esperaba. De hecho, hoy, estando con Ilze en una cafetería tomando té, nos hemos puesto a leer en voz alta las frases que había en los diferentes sobres de azúcar que se encontraban sobre la mesa y la dueña del local, al escucharnos, nos ha estado corrigiendo e incluso nos ha explicado el significado de algunas palabras. Ha sido muy gratificante. Ilze y yo vamos por la calle leyendo todos los carteles que encontramos desde que empezamos con la fonética. Es divertido.

Hoy no ha llovido. Así que he podido volver a mi casa bordeando el mar como suelo hacer en los días soleados y parándome por el camino a contemplar el vaivén de las olas con el contraste de las montañas de Albania a lo lejos. De vez en cuando pasa algún barco surcando las aguas y mi mente se deja llevar imaginando a dónde irá o de dónde vendrá…

Me quedan infinidad de momentos por estrenar aquí. Mi gran aventura griega…

3 comentarios:

  1. ¡Te sigo! Me ha encantado, quizá porque en parte yo he sentido lo mismo aquí en tierras nórdicas... ¡Un abrazo!

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  2. ¡¡Por fin has estrenado el blog sobre tu gran aventura griega!! Qué ganas tenía de que lo hicieras.

    Me encanta cómo has escrito esta primera entrada. Son cosas de las que ya me has hablado, pero me encanta volver a leerlas, sobre todo porque me interesa mucho cómo se desarrolla esta experiencia y porque me encanta cómo lo expresas mediante palabras. Ya sabes que me gusta mucho cómo escribes, ¿no? ;-) Y, por supuesto, a partir de ahora también te seguiré la pista por estos lares.

    ¡Cómo me gustaría poder ver esa maravillosa isla con mis propios ojos! Pero bueno, tocaré madera y esperaré poder encontrar algún vuelo baratito que me permita vivirlo en vivo y en directo, XD.

    ¡Un besote! :D

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    1. Hola wapisima ! cuanto me alegro de ver que estás viva :) xq en Valencia se están dando bofetadas por las calles. Te voy a linkear al blog de La Perra de Kenia (mi blog)
      Besetes.
      Roben

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