martes, 6 de marzo de 2012

Caminar sobre las rocas

“Si quieres obtener más de la vida, debes renunciar a una existencia segura y monótona. Debes adoptar un estilo de vida donde todo sea provisional y no haya orden, algo que al principio te parecerá enloquecedor…”

A la luz de las velas y escuchando como cae la lluvia ahí fuera, escribo. El movimiento de las llamas me absorbe por unos instantes y mi mente vuela de pronto hacia los primeros días que pasé en este país que, sin saber cómo ni cuándo exactamente, se ha tornado un poco menos extraño. Todo era tan caótico cuando llegué y ahora es tan diferente…

Resulta curioso encontrar una cafetería relativamente cerca de tu casa donde puedas pasar un buen rato tomando café mientras suena música bien conocida para mis oídos o simplemente me quedo absorta en un libro. Ese lugar se llama “Coffee and Books” y es justamente allí a donde me han llevado mis pasos hoy después de buscar sin éxito novelas en inglés en las librerías cercanas. Y, como no podía ser de otra manera, un libro me ha vuelto a encontrar. En la sección de “intercambio de libros”, y entre muchos otros, se encontraba “El zahír” de Paulo Coelho. Una novela que, no sé realmente por qué motivo, aún no he leído. Como no tenía ningún libro que dejar a cambio, he consultado a los dueños y han accedido a vendérmelo por un módico precio ya que estaba usado. Y así ha sido como me he traído a casa mi nuevo libro, que después de pasar por muchas manos, estaba ahí esperando ser descubierto por mí en un día como hoy.

Poco a poco, las señales han comenzado a surgir por dondequiera que voy. Y no voy a ignorarlas.

Cada instante que pasa. Cada lugar que descubro. Cada vez que vuelvo a mi casa eligiendo un recorrido distinto del habitual. Cada persona nueva que se cruza en mi camino. Cada vez que dejo que mi vista se pierda en las profundidades del mar…

Las piezas del puzle comienzan a encajar. Y lo enloquecedor se transforma en una quietud extraña. La misma quietud que te transmite el mar cuando caminas sobre las rocas… sintiendo el miedo a resbalar y tropezar, mientras las aguas fluyen apacibles bajo tus pies.